Antonio Berni, un artista que pintó oro con basura

Antonio Berni nació un 14 de mayo de 1905 para revolucionar la historia artística nacional. El pintor, oriundo de Rosario, tuvo su primer contacto artístico a los nueve años, cuando ingresó al taller de vitrales Bruxadera y Cía. El dueño del lugar le introdujo al Centro Catalán de la región para que se animara a tomar clases de pintura.

Gracias a ese pequeño empujón, Berni expuso una galería a sus 15 años y en 1923 volvió a hacerlo en la galería Witcomb de Buenos Aires, donde impresionó a toda la prensa nacional. No mucho después ganó una beca para estudiar en Europa, donde cambió y formó toda su perspectiva. Después de todo, fue allí donde quedó ilusionado con el movimiento surrealista y comenzó a estudiar la teoría marxista con Henri Lefebvre. Pero cuando volvió al país, se encontró con una Argentina azotada por la desocupación y la desigualdad social.

Descartó rápidamente al surrealismo y comenzó a moverse en los circuitos del “nuevo realismo”, movimiento que le ayudó a describir la situación social de las clases trabajadoras del país mediante obras como “Manifestación”, que realizó en 1934.

De sus viajes por las provincias comenzó la narrativa visual de Juanito Laguna, un niño ficticio de clase baja. Berni lo retrataba en escenas cotidianas que evidenciaba su situación de pobreza como metáfora del desasosiego que existía en las clases más vulnerables. A partir de esa narrativa también encontró a Ramona Montiel, un personaje que caracterizaba con un tenor menos inocente que a Juanito: la joven había tenido que incurrir al trabajo sexual como manera de subsistencia. Se cree que Berni realizó un estudio fotográfico de distintos prostíbulos para inspirarse y crear las condiciones de Ramona.

Pero lo más llamativo de estas obras, era el medio que elegía para representarlos: “Yo andaba haciendo apuntes por las barriadas y advertí que no me alcanzaba la pintura en sí para llegar a la intensidad expresiva que buscaba. Por eso empecé a buscar de la calle lo que encontraba y lo iba incorporando a la tela”, describió en una entrevista.

Sí, Berni comenzó a “pintar” con basura. Pero esa revolución del soporte artístico lo llevó a los panteones históricos de la expresión realista. El “nuevo realismo” del rosarino sentó una de las bases más importantes en el arte nacional e inspiró a miles de personas a pensar en la pintura más allá de los soportes tradicionales.