Odio racial: el fallo por el crimen de Lucas González es inédito en Argentina

La condena a prisión perpetua a los tres policías que asesinaron a Lucas González contempla al odio racial como agravante del crimen. El fallo es inédito en la historia argentina y sienta un precedente judicial.

El fallo por el crimen de Lucas González, asesinado por policías en 2021, incluyó la figura del odio racial como agravante por primera vez en la historia de la Justicia argentina.

El veredicto fue dictado por os jueces Ana Dieta de Herrero, Daniel Navarro y Marcelo Bartumeu Romero, del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 25, y condena al inspector Gabriel Alejandro Isassi, el oficial mayor Juan José López y al oficial Fabián Andrés Nieva, de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires.

"Es histórico porque nunca antes en la jurisprudencia argentina existió un fallo por odio racial: lo mataron porque era negro", señaló el abogado Gregorio Dalbón, representante de la familia de Lucas, que actuó como querellante en el caso.

"Es el fallo más importante desde que la democracia ha vuelto al país. Es el fallo más importante en relación a lo que es que el Estado mate y por el color de la piel. Esto va a ayudar a que nunca más maten por el color de la piel. Se condenó a la mafia. No olviden que los chicos fueron presos y ellos se fueron a tomar champagne esa noche", dijo el letrado.

Decisión inédita en la Justicia argentina

El tribunal condenó a prisión perpetua a los tres efectivos policiales que identificaron, acorralaron y persiguieron el auto en el que viajaba Lucas junto a tres amigos, para después dispararles con armas de fuego sin identificarse ni advertir.

La impunidad con la que actuaron los agentes de la División Brigadas y Sumarios 6 de la Comuna 4 porteña, más el desconocimiento de los protocolos correspondientes, enmarcan el hecho en un acto de violencia institucional.

Pero además, según planteó en su alegato final el fiscal Guillermo Pérez de la Fuente, los policías "quisieron matar porque podían, querían, pensaban que iban a salir impunes y actuaban con algún tipo de prejuicios, sociales, de clase".

"No hubo ninguno que no disparara, que dijera: 'Che, paren la mano'. Todos dispararon las armas. Demuestra que todos tenían esa decisión de matar. Los vieron salir de un asentamiento, vestidos como no les gustaban, ¿por el color de piel? Por algo se convencieron de que los chicos debían morir. Prejuicios raciales, de clase. Estos prejuicios conducen a una discriminación institucionalizada. A los chicos se los prejuzgó y se los discriminó y se les dio el trato más injusto posible a chicos de 17 años, matarlo", desarrolló el funcionario judicial.

El comunicado del INADI

Luego de conocer el fallo del TOC 25, el INADI difundió un comunicado reconociendo el carácter histórico de un fallo que considera al racismo como agravante de un homicidio.

"El racismo esconde, en muchos casos, la reproducción de las desigualdades sociales y económicas. Estos discursos operan en las sociedades y pueden justificar hechos de violencia extrema como el de Lucas. Estas desigualdades no son aisladas, sino que forman parte de un sistema que diariamente afectan la dignidad y los derechos de las personas", expresó al respecto Greta Pena, titular del organismo.