Crimen de Lucas González: condenaron a prisión perpetua a los tres policías acusados

Los tres policías acusados por el homicidio de Lucas González fueron condenados a prisión perpetua. Los jueces consideraron que el crimen fue agravado por odio racial, entre otras cuatro causales. El foco en el funcionamiento de las brigadas.

El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 25 condenó a prisión perpetua al inspector Gabriel Alejandro Isassi, el oficial mayor Juan José López y al oficial Fabián Andrés Nieva, de la Policía de la Ciudad, por el crimen de Lucas González.

Los magistrados declararon a los tres efectivos policiales culpables por el asesinato del futbolista de 17 años, a quien interceptaron, persiguieron y atacaron a balazos mientras viajaba en el auto que conducía su amigo, Julián Salas.

Según el veredicto, fueron coautores del "homicidio quíntuplemente agravado por haber sido cometido con arma de fuego, alevosía, por odio racial, por el concurso premeditado de dos o más personas y por ser integrantes de una fuerza de seguridad".

A eso se agregan el delito de "tentativa de homicidio quíntuplemente agravado" contra Salas, Joaquín Zúñiga y Niven Huanca, amigos de la víctima, todo en concurso ideal con "falsedad ideológica y privación ilegítima de la libertad".

Por otra parte, cinco integrantes de Policía porteña fueron condenados a penas de entre seis y tres años de prisión por el encubrimiento del crimen, mientras que otros cinco fueron absueltos de ese mismo cargo. Un sexto fue penado con ocho años de cárcel por torturar al joven y a sus tres amigos tras el ataque.

El problema de las brigadas

El abogado que representa la familia de la víctima, Gregorio Dalbón, había afirmado que la investigación del hecho sería clave para "esclarecer de qué manera trabajan las brigadas en la Argentina". Así lo expresó luego de la audiencia en la que el ex ministro de Justicia y Seguridad porteño, Marcelo D'Alessandro, declaró ante el tribunal.

El letrado hizo referencia al accionar Isassi, López y Nieva, quienes actuaban en el marco de una "investigación encubierta".

En su testimonio D'Alessandro reconstruyó la cronología del caso y puntualizó en las "irregularidades graves" cometidas por los agentes de la fuerza policial que él dirigía en ese entonces.

"Cuando arranca el auto de Julián, empiezan a correrlo: D'alessandro explica que está prohibido perseguir a alguien sin balizas, sin sirenas, sin alertar que es la Policía. También está prohibido que el auto de la brigada no tenga patente en la parte trasera, y por supuesto que no podían tirar los policías", detalló Dalbón.

El foco sobre el funcionamiento de las brigadas

Organismos especializados en estudios de derechos humanos y violencia institucional, como el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) han cuestionado el funcionamiento de las brigadas policiales.

Según sus investigaciones y reportes, en muchos casos los efectivos que integran esas unidades "utilizan la posibilidad de no vestir uniforme" para "recorrer las calles para recaudar y regular de manera ilegal el delito", o bien "recaudar y extorsionar" a sospechosos o comerciantes.

La distorsión del rol policial fue expresada por dos testigos presenciales del asesinato de Lucas: tanto Julián como un vecino de Barracas que vio la persecución y los disparos declararon que los agentes no se identificaron y que "parecían ladrones".

Los efectivos Isassi, López y Nieva integraban la brigada 6 de la División Sumarios y Brigadas de la Comisaría Comunal 4 de la Policía porteña. Según indicaron en la etapa de instrucción de la causa, la célula actuaba en "investigaciones encubiertas que llevaban a cabo dentro de la villa 21-24".

Según consta en el expediente, ese patrullaje formaba parte de una operación ordenada por la Unidad Fiscal Especializada en la Investigación de Delitos Vinculados con Estupefacientes (Ufeide). "Se trataba de un lugar de acopio de mercadería, era una causa de estupefacientes", afirmó Isassi ante la Justicia en 2021.

"Al momento de preguntar qué hacía la brigada ahí, me dijeron que estaban actuando en una causa, pero la fiscal actuante, de una fiscalía de la Ciudad, no dio la orden de estar ahí, en ese momento. Las cámaras y el geoposicionamiento mostraron que no actuaron de la manera que debería haber sido", remarcó D'Alessandro en su declaración.