Arauz o Lasso: Ecuador define presidente en balotaje

El balotaje entre los candidatos Arauz y Lasso de hoy 11 de abril plantea en Ecuador el dilema entre progresismo y neoliberalismo que surca el escenario electoral en toda América latina, desde hace dos décadas por lo menos. Arauz, que ganó en primera vuelta con una buena ventaja sobre Lasso y el candidato indigenista Yaku Pérez, representa una reivindicación del modelo nacional y popular de Rafael Correa -un “volver mejores” que funcionó en Argentina y Bolivia, por ejemplo. Lasso, que reincide como candidato presidencial luego de dos fallidas experiencias en 2013 y 2017, es una figura prototipo de la derecha latinoamericana: banquero y director de una fundación de pensamiento con terminales en Europa y Estados Unidos. 

Quien triunfe de los dos, deberá hacerse cargo de un complejo escenario social, político y económico que está dejando el fallido gobierno de Lenin Moreno, quien -es deber recordarlo- ganó la anterior elección como “el” candidato de Rafael Correa y los pocos meses de asumido, dio un giro de 180 ° en la política social y económica de su gobierno, e incluso se dedicó a perseguir con aliento de técnicas propias del lawfare a su antigúo compañero de gobierno y mentor Correa, al punto de haberlo proscripto para este comicio. 

Dos datos nada menores condicionan esta elección: por un lado, una economía en crisis -dolarizada desde 2000- con un largo período de recesión antes de la pandemia inclusive e indicadores preocupantes como una acentuada caída del PBI, baja de salarios, aumento de la desocupación y del porcentaje de pobreza. Por el otro, hay una situación sanitaria muy complicada: hasta este momento suma casi 340.000 contagiados y más de 17.000 muertes.