24M Día de la Memoria: la manipulación de la Justicia en la dictadura

Junto con el golpe de Estado de 1976 vino una reforma judicial que permitió, disfrazó y justificó el terrorismo de Estado. El hábeas corpus, fundamental para luchar contra la desaparición forzada de personas, era ineficaz.

Junto con el Golpe de Estado Cívico-Militar que instauró un gobierno de facto el 24 de marzo de 1976 −el más terrible y que duró hasta 1983− tuvo lugar una reforma judicial: se cambió al Procurador General de la Nación y los miembros de la Corte Suprema y de los Tribunales Superiores de la Provincia y se puso “en comisión” al resto de los integrantes de la Justicia. Además, todo Juez, ya sea para ser confirmado o designado, debía jurar fidelidad a las Actas y objetivos del Proceso de Reorganización Nacional.

Así fue como el poder Judicial permitió, disfrazó y justificó el terrorismo de Estado. El recurso del hábeas corpus, fundamental para combatir la desaparición forzada de personas, se convirtió en un trámite ineficaz. 

La verdad sobre la Justicia en la Dictadura

El informe Nunca más de la CONADEP explica: “La integridad física y la libertad individual poco tuvo que ver con lo que dijeran los Jueces; las decisiones al respecto quedaron al solo arbitrio de quienes integraron el aparato represivo del Estado [...].

La población llegó a presentir que era inutil recurrir al amparo judicial para preservar sus derechos esenciales. La situación creada alcanzó tal notoriedad y difusión en la comunidad internacional que un tribunal suizo negó la extradición de cinco argentinos a pesar de cumplirse todos los demás requisitos del respectivo tratado, fundando su decisión en razones de inseguridad para la vida de los delincuentes que debían extraditarse”.