La Fiscalía pidió cadena perpetua para Miguel Etchecolatz y Julio Garachico

Los represores fueron señalados como responsables de los crímenes de lesa humanidad perpetrados en 1976 contra militantes de la unidad básica "Juan Pablo Maestre", entre ellos Jorge Julio López.

La Unidad Fiscal, que interviene en el caso de violación de derechos humanos durante el terrorismo de Estado que se llevó a cabo en la ciudad de La Plata, solicitó este 11 de abril la pena máxima para los represores Miguel Osvaldo Etchecolatz y Julio César Garachico. Ambos fueron señalados como responsables de los crímenes perpetrados en 1976 contra un grupo de seis militantes de la unidad básica "Juan Pablo Maestre" del barrio de Los Hornos, entre ellos Jorge Julio López, y el estudiante secundario Francisco López Muntaner.

La exposición estuvo a cargo del fiscal general Gonzalo Miranda y el auxiliar fiscal Juan Martín Nogueira, quienes acusaron a Etchecolatz, exdirector general de Investigaciones de la Policía bonaerense, de coautor mediato y a Garachico, exjefe de calle de la Unidad Regional La Plata, de coautor por dominio funcional. Dentro de las principales pruebas que presentó la fiscalía, están los cuatro relatos que brindó Jorge Julio López, entre 1999 y hasta el momento de su desaparición en el año 2006, luego de declarar públicamente en el juicio contra Miguel Etchecolatz.

En las declaraciones de Jorge Julio López se describieron los homicidios de Norberto Rodas, Patricia Dell'Orto y Ambrosio De Marco, militantes que estuvieron secuestrados en centros clandestinos de detención en Arana, una zona suburbana al sudoeste del partido de La Plata. Los únicos sobrevivientes fueron López y Guillermo Cano. 

Crímenes de Lesa Humanidad

Miguel Etchecolatz está señalado como coautor mediato por "la utilización de un aparato organizado de poder, del homicidio calificado por alevosía por haberse cometido con el concurso premeditado de dos o más personas en dos oportunidades en perjuicio de Rodas y Alejandro Sánchez, y por la privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público en abuso de sus funciones, agravada por haberse cometido con violencias o amenazas reiterado en dos oportunidades, y aplicación de tormentos por parte de un funcionario público a los presos que guarde, agravada por ser la víctima un perseguido político, respecto de las mismas personas".

Por otro lado, la acusación contra Garachico fue por considerarlo coautor por dominio funcional, "a través de un aparato organizado de poder, de los delitos de homicidio calificado por haberse cometido con alevosía y con el concurso premeditado de dos o más personas en perjuicio de Dell'Orto, De Marco y Rodas; y, respecto de las siete víctimas, por la privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público en abuso de sus funciones, agravada por haberse cometido con violencia o amenazas, y aplicación de tormentos por parte de un funcionario público a los presos que guarde, agravada por ser la víctima un perseguido político".

Respecto al adolescente López Muntaner, víctima de la "Noche de los Lápices", hecho por el que se acusó a Garachico, dado que Etchecolatz fue condenado por el caso en 1986, la fiscalía consideró el agravante de que, al momento del hecho, fuera menor de 18 años. 

Mecanismos de persecución y represión

Gracias a las pruebas obtenidas durante los últimos años, se pudo observar que este centro de detención clandestino formaba parte de una red compuesta por otros tres lugares más puestos a disposición para alojar a los detenidos. Los cuatro centros, formaban parte del "Circuito Camps", que lleva el nombre del entonces jefe de la Policía bonaerense, Ramón Camps. En ellos se llevaron a cabo innumerables métodos de tortura y desapariciones forzosas. 

Al referirse al Pozo, un espacio situado dentro de los terrenos de un vivero, la Fiscalía remarcó que Etchecolatz y Garachico "fueron vistos en ese centro clandestino por testigos, con participación directa y ejecución de mano propia de los crímenes en algunos casos".