El ministro Martín Soria aseguró que Mauricio Macri será requerido por la justicia boliviana

El ministro de Justicia Martín Soria aseguró que Mauricio Macri deberá presentarse ante la justicia boliviana por el envío de material bélico al gobierno de facto de Jeanine Añez, para sostener el aparato represivo de las fuerzas de seguridad luego del golpe de Estado concretado en noviembre de 2019. Al respecto, el funcionario reflexionó que "es la primera vez que un presidente argentino envía armas y municiones para sostener un golpe de Estado en un país hermano".

En una entrevista radial con AM 750, Soria sostuvo que se trata de un "hecho gravísimo". "Es contrabando agravado, porque lo que se sacó de Argentina y envió a Bolivia se declaró que iba a la embajada para proteger la vida del embajador y las personas que trabajaban en la embajada en La Paz”. “La investigación en Bolivia está mucho más avanzada” aseguró al recordar que "la cabeza visible del Golpe de Estado, Jeanine Áñez, está detenida”.

"Hay que ver si las armas y municiones que encontró la Policía de Bolivia pertenecen al envío que se hizo durante el gobierno de Mauricio Macri de manera clandestina”, remarcó el funcionario en referencia al anuncio realizado por el comandante de la Policía de Bolivia, Jhonny Aguilera, sobre el hallazgo de balas anti-tumulto 12/70, granadas y spray de gas pimienta.

Qué pasó en las masacres de Sacaba y Senkata

En una entrevista concedida a IP Noticias Edición Central el pasado lunes, Soria aseguró que unos días después de la asunción de Añez, el 15 y 19 de noviembre, se produjeron las llamadas "masacres de Sacaba y Senkata". El 15 de noviembre en Sacaba, la capital de la provincia del Chapare y la segunda ciudad más poblada del departamento de Cochabamba, se produjo una violenta represión contra quienes se movilizaban contra el golpe de Estado, que dejó como saldo 9 muertos y 135 heridos. El 19 de noviembre en Senkata, ubicada al sur de la zona de El Alto -la segunda ciudad más poblada de Bolivia-, las fuerzas de seguridad del gobierno de facto reprimieron a los manifestantes anti-golpe y ocasionaron 10 muertos, 65 heridos y decenas de detenidos.