El presidente brasileño Jair Bolsonaro enfrenta múltiples pedidos de juicio político

El presidente de Brasil Jair Bolsonaro enfrenta 123 pedidos de juicio político ("impeachment") resumidos en un documento presentado este miércoles e impulsado por 11 partidos políticos y decenas de organizaciones civiles y sindicatos. A Bolsonaro se le acusa de 23 delitos por los que podría ser destituido, muchos relacionados con su gestión de la pandemia del COVID-19  y específicamente, por el caso de un contrato para la importación de 20 millones de dosis de la vacuna Covaxin, de la farmacéutica india Bharat Biotech. El convenio, suspendido temporalmente el pasado martes 29 en medio de irregularidades, estipulaba la adquisición de estas dosis a un precio de 320 millones de dólares, un incremento de hasta el 1.000% del precio real

Once partidos de izquierda y de centro impulsan la "super petición" de destitución. Entre los principales promotores está el Partido de los Trabajadores, del expresidente Luiz Inácio "Lula" da Silva, quien de acuerdo con las encuestas se perfila como el principal rival de Bolsonaro en una eventual primera vuelta en las elecciones de 2022. También se suman legisladores de derecha que otrora fueron aliados de Bolsonaro, como los diputados Alexandre Frota, del Partido de la Social Democracia Brasileña; y Joice Hasselmann, del Partido Social Liberal y exjefe del grupo oficialista en la Cámara hasta 2019. "Fui líder de ese ogro, de ese monstruo, del peor presidente que ha tenido el país", dijo Hasselmann tras firmar el documento. Sin embargo, y a pesar del creciente descontento en contra del Ejecutivo, el vicepresidente Hamilton Mourão, minimizó la viabilidad del impeachment. "No hay espacio para que prospere una solicitud de juicio político. Estamos a un año más o menos de las elecciones. Vamos a dejar que el proceso continúe y llegar a octubre del próximo año para ver qué pasa", señaló. 

¿Qué es un "impeachment"?

De acuerdo con la ley, cualquier ciudadano puede presentar en Brasil esta petición contra un presidente de la república, responsabilizándolo de un delito común o de un así llamado “delito de responsabilidad”. Una vez que el presidente de la Cámara de Diputados acepta un pedido de esa naturaleza, se da inicio al proceso de destitución. En este caso, para que la demanda sea tramitada deberá pasar el filtro del jefe de la Cámara de Diputados Arthur Lira, aliado tradicional de Bolsonaro y quien hasta el momento rechazó todos los pedidos de juicio político en su contra.