12 años sin Néstor Kirchner: el legado y recuerdo del expresidente

Se cumplen 12 años del fallecimiento del expresidente Néstor Kirchner. Su gobierno significó la reivindicación de derechos de muchos sectores del pueblo argentino.

Se cumplen 12 años del fallecimiento del expresidente Néstor Kirchner. El santacruceño murió el 27 de octubre de 2010, a los 60 años, de un paro cardiorrespiratorio. Su gobierno significó la reivindicación de derechos de muchos sectores del pueblo argentino y dejó una marca imborrable en el inconsciente colectivo. 

El día que asumió Néstor Kirchner

Néstor Kirchner asumió la presidencia de la Nación el 25 de mayo de 2003. Con solo el 22% de los votos, comenzó su mandato en medio de una de las peores crisis de la historia del país. Kirchner tomó el mando de un país con récord de desocupados y una fuerte caída del poder adquisitivo de los trabajadores.

En tiempos donde el pueblo guardaba recelos con la política, el santacruceño demostró tener la capacidad de ser amigable y entabló una relación especial con los organismos de derechos humanos y organizaciones sociales.

"Es el Estado el que debe actuar como el gran reparador de las desigualdades sociales en un trabajo permanente de inclusión y creando oportunidades a partir del fortalecimiento de la posibilidad de acceso a la educación, la salud y la vivienda, promoviendo el progreso social basado en el esfuerzo y el trabajo de cada uno", señaló aquel en su discurso de asunción. 

Política económica

El canje de deuda con el Fondo Monetario Internacional fue uno de los puntos más destacados de la presidencia de Néstor Kirchner. Su gestión logró, en 2005, un primer canje de la deuda en el ingresaron el 76% de los acreedores privados y al cancelas las obligaciones con el organismo internacional alcanzó un superávit fiscal e incrementó las reservas monetarias del país. 

Durante su gestión se avanzó en la estatización de diversas empresas como Aerolíneas Argentinas, Correo Argentina, Astillero Río Santiago y la creación de ENARSA y de Agua y Saneamientos Argentinos.

Desde 2003 a 2007 hubo una fase de crecimiento económico con tasas en torno al 9% y crecimiento de las reservas internacionales. Esto favoreció que también crezca la industria nacional, con promedios del 10,3% anual en términos del Índice de Volumen Físico. 

De esta forma, durante su gestión se crearon cerca de tres millones de empleos y la pobreza cayó del 47,8% al 23,4%. 

Política de derechos humanos

La política de derechos humanos fue un eje fundamental en la presidencia de Néstor Kirchner. ​El 24 de marzo de 2004 tomó la decisión de bajar los cuadros de los dictadores Jorge Rafael Videla y Reynaldo Bignone de las galerías del Colegio Militar de El Palomar. 

"La defensa de los derechos humanos ocupa un lugar central en la nueva agenda de la República Argentina. Somos hijos de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. Y por ello insistimos en apoyar de manera permanente el fortalecimiento del sistema internacional de protección de los derechos humanos y el juzgamiento y condena de quienes los violen", supo decir Kirchner en uno de sus discursos más recordados".

No al ALCA

En la IV Cumbre de las América de 2005, el entonces presidente Néstor Kirchner junto a sus pares Hugo Chávez (Venezuela) y Luis Inácio Lula da Silva (Brasil) impulsaron el no al ALCA (Tratado de Área de Libre Comercio de las Américas) impulsado por Estados Unidos en la región. 

Los tres mandatarios latinoamericanos desarrollaron fuertes gestiones diplomáticas entre sus pares para obstruir el proyecto que encarnaba el entonces presidente estadounidense, George Bush. 

"Patotear con una simple mayoría, ideas que tienen tanto que ver con la vida de nuestros pueblos, ayuda muy poco a la convivencia de los pueblos", cuestionó Kirchner ante la mirada furiosa del presidente de México, Vicente Fox y el gesto de hastío de Bush.

El presidente argentino fue tajante, mientras Lula y Hugo Chávez lo miraban con sonrisas cómplices. Con el ALCA, Estados Unidos, que subvencionaba su producción agrícola y de alimentos, buscaba imponer condiciones a la producción regional, algo que afectaría en igual proporción a la Argentina, Venezuela y Brasil.