El crudo testimonio del personal de salud del Durand: "Pasó más de un año y no tenemos tubos de oxígeno"

Frente a la pregunta de Melina Fleiderman, sobre cómo es un día en la terapia intensiva, tres profesionales de la salud hablan en IP Noticias desde el Hospital Durand. "Tenemos 30 respiradores y tenemos 5 para respirar. ¿Qué hacemos? Pasó más de un año y en la guardia no tenemos tubos de oxígeno. Tenemos que hacer magia", responde uno de los enfermeros. Un desgarrador testimonio sobre cómo afrontan su día a día y la realidad que viven hace poco más de un año, cuando se desató la pandemia.

Las guardias están colapsadas. Los pacientes no solo de COVID-19, sino también de otras enfermedades graves o terminales no tienen lugar en los hospitales ni sanatorios. Lo que hace un tiempo era un temor, hoy es parte de la cruda realidad que viven muchísimas personas. Entre ellas, profesionales de la salud: "armamos con plásticos algo para que un tubo de oxígeno vaya a dos pacientes. Estoy con bronca, no nos reconocen como profesionales, tenemos sueldos bajos, estoy estresado y cansado. Trabajo los siete días de la semana las 24 horas", dice con la voz quebrada uno de los enfermeros que participa de la conversación en IP Noticias.


"La realidad es una sola. La actitud que tiene la gente irresponsable, es otra cuestión"

El 40% de las personas que se testean por coronavirus en el Hospital Durand dan positivo. Héctor Ortiz y Ariel son enfermeros y aseguran que la guardia ya no puede recibir más personas: no hay más internaciones, no hay enfermeros especializados y el personal de salud médico ya no da abasto. "Pónganse la mano en el corazón y paren la moto. Se están llevando vidas", exigió uno de ellos.

"La sociedad parece que no está entendiendo, están escuchando otro mensaje", dicen. Frente a qué reacción les generan las fiestas clandestinas, respondieron con firmeza que "la sociedad lo va a lamentar cuando tengan un familiar enfermo y no tengan cama". Son cada vez más las guardias colapsadas y ellos continúan a la espera de una asistencia, mientras reclaman a sus directores: "deberían llamarse al silencio o decir la verdad de lo que está pasando".

"Ustedes son trabajadores esenciales", aseguraron en diálogo con Melina Fleiderman, "tienen la responsabilidad de comunicarle a la sociedad lo que corresponde: no se puede hacer la vida como se hacía antes".