Quema de libros y censura en la dictadura: un plan sistemático para desinformar y silenciar

Durante la última dictadura cívico militar, que se instaló a partir de 1976, el silencio y la censura fueron protagonistas en cada biblioteca a lo largo y ancho del país. Bajo orden estricta del gobierno de facto, cientos de libros fueron prohibidos, secuestrados, retirados de circulación y hasta fueron quemados.

Fue parte del plan sistemático para mantener en pie la desinformación y para infundir el miedo que tanto recorría las calles en aquel entonces. La censura de libros fue uno de los métodos más eficaces de los militares para oprimir y silenciar a la sociedad, para que las ideas y conocimientos quedaran encajonados en la clandestinidad. Algunos libros no fueron recuperados, otros fueron reeditados en democracia y otros miles se escribieron a lo largo de este siglo. 

Lecturas sobre los años de la dictadura

  • Los Topos de Félix Bruzzone. Este libro escrito en 2008 cuenta la historia que vincula a un miembro de la agrupación H.I.J.O.S y a una travesti que, años después de la dictadura, también fue desaparecida. La búsqueda es el tema central del relato.
  • La casa de los conejos de Laura Alcoba. La escritora cuenta su experiencia en la casa operativa de Montoneros en los años '70, donde su perspectiva como niña recita su vivencia en un criadero de conejos que era fachada pública de una casa clandestina de Montoneros. 
  • A veinte años, Luz de Elsa Osorio. Una trama que presenta la angustia de la búsqueda por la identidad, cuando la protagonista descubre que no es hija de sus padres ni nieta del militar Alfonso Dufau.