Día de la obstetricia y la embarazada: la importancia de visibilizar la violencia obstétrica

Este día, 31 de agosto, celebra y reconoce el trabajo de los y las obstetras, parteros y parteras, fundamentales en la contención psicológica y el tratamiento humano durante el embarazo, parto y postparto. 

En ese contexto, hay también métodos y conductas vinculadas a la "violencia obstétrica", que afecta a la mujer y a su bebé durante el embarazo, el parto e incluso, el postparto. Se manifiesta mediante prácticas, conductas, acciones y omisiones ejercidas de manera directa e indirecta, en el ámbito público y privado, sobre el cuerpo y los procesos reproductivos de las mujeres. Constituye una forma de violencia y discriminación, muchas veces naturalizada y sufrida a diario por las mujeres. Se manifiesta en el maltrato de diversas maneras durante el paro, el abuso de la medicalización y la toma de decisiones sin el consentimiento de la madre. En Argentina, la Ley N° 25.929 de Parto Humanizado garantiza los derechos para que el nacimiento se desarrolle de la manera más natural posible, en consonancia con las necesidades y deseos de cada familia.

El tratamiento mediático de las embarazadas y el posparto

La editorial británica especializada en publicaciones académicas Taylor & Francis, publicó una investigación con interesantes conclusiones sobre la representación de las mujeres embarazadas y el posparto en los medios de comunicación. En base a un cuestionario realizado a 50 mujeres, se buscó establecer sus percepciones y el impacto que tenían en ellas este tipo de representación: en general, las participantes describieron impactos negativos sobre la imagen corporal, pidieron un mensaje más "realista" y menos idealizado, y el papel unidireccional que toman las redes sociales cuando simplifican la complejidad emocional de ese momento. Del total de participantes, más del 50% comentó que el exponerse a imágenes que no son realistas provocaban una serie de emociones negativas -sentirse inseguras acerca de sus cuerpos, manifestar sentimientos depresivos. Y sobre todo, sienten frustración y desánimo cuando no han podido recuperar su figura después de tener hijos tan rápido como lo hacen las celebridades, así como lo muestran los medios.