Afganistán: La alcaldesa Zarifa Ghafari declaró que sabe que el régimen talibán "no la perdonará"

La alcaldesa de Maidan Shahr de la provincia Vardak (Afganistán), Zarifa Ghafari, hizo pública su incertidumbre ante el futuro de su país y las políticas de los talibanes contra todos los representantes del orden anterior. Ghafari, que es una de las pocas mujeres que se dedican a la política en el país y que fue víctima de múltiples intentos de asesinato por parte del movimiento, declaró que lo único que puede hacer es "esperar a que la asesinen".

"Estoy aquí sentada esperando que vengan. No hay nadie que pueda ayudarme a mí o a mi familia. Estoy sentada con ellos y mi esposo. Vendrán por la gente como yo para matarme. No puedo dejar a mi familia. De todas maneras, ¿a dónde me iría?", declaró el domingo cuando el presidente Ashraf Ahmadzai abandonó el país.

Ghafari asumió en 2018 y se convirtió en la mujer más joven en llegar a un puesto de poder en una provincia de Afganistán. Según el dogma talibán, las mujeres no pueden mostrarse al público ni ejercer ninguna actividad que implique estar por fuera del poder de su esposo, por lo que la representante es considerada como un enemigo por parte de los talibanes. El mismo padre de Ghafari, Abdul Wasi Ghafari, fue asesinado por la agrupación días antes del tercer intento fallido de asesinato hacia la joven. 

En mayo, la representante declaró ante la revista Time que la retirada de las tropas estadounidenses no haría que ella renuncie a su labor. Sin embargo, varias fuentes cercanas a Ghafari subrayaron que nadie pensó que la nueva invasión sería tan abrupta y contundente.

"Por más de 60 años los hombres han tenido todas las oportunidades pero nunca han logrado o han encontrado soluciones para todos nuestros conflictos. Así que estoy confiada que nosotras, como mujeres, podemos hacer este trabajo mejor que nadie", remarcó en la entrevista de Time.

Con la insurgencia del poder Talibán, la república de Afganistán intentó concederle un trabajo que le proveyera un poco más de seguridad dentro del Ministerio de Defensa. Sin embargo, cuando Kabul fue invadida oficialmente, Ghafari no pudo retirarse del lugar.