El estadio de Qatar que desmontarán después del Mundial

A pocos meses de que inicie la Copa del Mundo Qatar 2022, Hernán Castillo viajó hacia el país de Medio Oriente para recorrer la sede del evento de fútbol más esperado. El mundial se disputará en distintas canchas, entre las que se destaca el estadio 974. Se trata del primero en ser totalmente sustentable y desmontable. Dejará de existir cuando finalice la competencia.

Ubicado en el distrito de Ras Abu Aboud (Doha), se inauguró en noviembre de 2021 para un partido de la Copa África y se usará para la Copa del Mundo. Fue diseñado por el estudio de arquitectura del español Fenwick Iribarren Arquitects y uno de los arquitectos que trabajó en su construcción fue el británico Mark Fenwick.

El estadio cuenta con capacidad para 40 mil espectadores y tiene la particularidad de estar compuesto por 974 containers, lo que lo hace completamente desmontable cuando finalice el evento y número que le da nombre.

Los detalles del estadio

Los containers están identificados por colores para cada funcionalidad: los amarillos son para los baños, los azules para la zona de venta al público y los verdes para la seguridad y salas de primeros auxilios. En tanto el color plata significará zona vip, el negro para el rezo de hombres y el marrón para el rezo de las mujeres. Los colores fueron pensados para que sean funcionales con códigos visuales.

Para las butacas no se usaron colores diferenciados para mantener un criterio "neutro" y porque al desmontarse el estadio se va a rearmar con los mismos elementos otro tipo de espacio y se donarán a países subdesarrollados. 

La zona de rezo es otra de las particularidades del estadio. La misma será destinada para los competidores musulmanes, religión que practica más del 70% de la población de Qatar. 

La Copa del Mundo Qatar 2022 se prolongará desde noviembre a diciembre de este año. Cuando el evento termine, el estadio 974 será desmantelado y sus materiales se donarán a centros deportivos de Qatar u otros países que los necesiten. Las butacas serán enviadas a estadios más pequeños de África y con los containers se construirán viviendas.