Leonard Cohen: a cinco años de su muerte, la estela de su obra literaria y musical sigue viva

El 7 de noviembre de 2016 murió, a sus 82 años, Leonard Cohen. Poeta, escritor y cantautor de culto, dejó una extensa obra que lo ubican como uno de los personajes más relevantes e influyentes de la cultura occidental durante el siglo XX.

El 7 de noviembre de 2016 murió, a sus 82 años, Leonard Cohen. Poeta, escritor y cantautor de culto, dejó una extensa obra que lo ubican como uno de los personajes más relevantes e influyentes de la cultura occidental durante el siglo XX. Sus canciones adicionales tenían un toque romántico y existencial que lo establecieron como una de las voces más distintivas de la música pop de los 60 y de ahí en adelante, la estela de su obra habría de prolongarse hasta el presente, cuando ostenta con total certeza el calificativo de "autor de culto" para varias generaciones de personas alrededor del mundo.

Su muerte transcurrió, como buena parte de su vida y obra, alejada del ruido mediático. El fallecimiento se difundió a través de las redes sociales el 10 de noviembre, tres días después de ocurrido. Robert B. Kory, su manager, lo informó en un comunicado de prensa. “Leonard Cohen murió mientras dormía, justo después de una caída en mitad de la noche. La muerte fue repentina, inesperada y tranquila”, dijo. No hubo más detalles sobre los momentos posteriores. . “Quedan sus hijos, Adam y Lorca, y sus tres nietos, Cassius (hijo de Adam), Viva y Lyon”, agregó Kory. Y en una publicación en Facebook de Adam Cohen, uno de los hijos, se supo algo más. “Mi hermana y yo acabamos de enterrar a mi padre en Montreal. Solo la familia más cercana y algunos amigos de toda la vida. Fue enterrado con un ataúd de pino sin adornos, al lado de su madre y su padre. Exactamente como pidió”, escribió. 

Premio Príncipe de Asturias en 2011

En 2011 le fue otorgado el Premio Príncipe de Asturias de las Letras “por una obra literaria que ha influido en tres generaciones de todo el mundo, a través de la creación de un imaginario sentimental en el que la poesía y la música se funden en un valor inalterable”, según el acta del jurado. El 21 de octubre de ese año en el Teatro Campoamor de Oviedo, pronunció un ya célebre discurso de agradecimiento. Este es uno de sus (varios) ricos párrafos, una clave de su pensamiento sobre la creación poética, literaria y musical: 

“Cuando estaba haciendo el equipaje en Los Ángeles, tenía cierta sensación de inquietud porque siempre he sentido cierta ambigüedad sobre un premio a la poesía. La poesía viene de un lugar que nadie controla, que nadie conquista. Así que me siento como un charlatán al aceptar un premio por una actividad que yo no controlo. Es decir, si supiera de dónde vienen las buenas canciones, me iría allí más a menudo”.