Matrimonio igualitario: en Suiza triunfó el "Si" con un 64.1% de los votos

El matrimonio igualitario es ley en Suiza, que así se convirtió en el trigésimo país en consagrar este derecho. La iniciativa se logró mediante un plebiscito que obtuvo un 64,1 por ciento de votos a favor y que permitirá a las parejas del mismo sexo gozar de los mismos derechos que el resto de la población. Todos los cantones del país votaron en su mayoría por el sí.

El referéndum fue impulsado por el gobierno suizo después de ocho años de debates políticos y parlamentarios. A pesar de contar con el visto bueno de casi todos los espacios políticos, la Unión Democrática del Centro -que representa a la derecha radicalizada- junto a ciertos grupos religiosos hicieron una agresiva campaña por el “no” que incluyó la agresión a militantes LGBT+ y la destrucción de afiches por el “Sí”.

De esta manera, Suiza se alinea a casi todos los estados de Europa Occidental, que inició veinte años atrás con Holanda (primer país del mundo) y siguió en 2003 con la aprobación en Países Bajos, seguido por Bélgica y España. Si bien desde el inicio el voto positivo parecía imponerse, a medida que se acercaba la fecha del referéndum, el “no” había recuperado cierta fuerza. El último sondeo del Instituto GFS.BERN (entre los primeros diez días del corriente mes), evidenciaba un 55% a favor y otro 27% en contra; esta última cifra fue 7% mayor que en las encuestas de agosto.

Aún con ese “crecimiento” el voto negativo se mantuvo muy por debajo del voto en favor de un derecho por mayor igualdad social. Cabe recordar que 80 años atrás, en 1942, Suiza despenalizó la homosexualidad, pero esto no rigió en todo el territorio, algunas autoridades locales mantuvieron la discriminación hasta los años 90.

Además de acceder al matrimonio civil, las parejas homosexuales podrán postularse para adopciones y, en caso de las lesbianas, podrán solicitar donación de esperma para gestar el propio embarazo. Este último fue uno de los puntos más discutidos: las calles que se plagaron de carteles que hablaban de la mercantilización de las infancias y aseguraban que “el matrimonio entre personas del mismo sexo mata al padre".